¿Qué es un pigmento vegetal?
La función principal de los pigmentos en las plantas es la fotosíntesis, que utiliza la clorofila, pigmento verde junto con varios pigmentos rojos y amarillos los que ayudan a captar la mayor cantidad de energía de luz como sea posible. Otras funciones de los pigmentos en las plantas incluyen la atracción de los insectos a las flores que fomentan la polinización. Los pigmentos vegetales incluyen una variedad de diferentes tipos de moléculas, incluyendo porfirinas, carotenoides, antocianinas y betalaínas. Todos los pigmentos biológicos absorben selectivamente ciertas longitudes de onda de la luz mientras que reflejan otras. La luz que es absorbida puede ser utilizada por la planta para alimentar las reacciones químicas, mientras que las longitudes de onda reflejadas de la luz determinan el color del pigmento que aparecerá a la vista.
Algunos de los pigmentos vegetales pricipales son:
La clorofila: es el pigmento principal en las plantas; es una clorina que absorbe longitudes de onda amarillas y azules de la luz mientras que refleja verde. Es la presencia y abundancia relativa de clorofila la que da a las plantas su color verde. Todas las plantas terrestres y las algas verdes poseen dos formas de este pigmento: clorofila a y la clorofila b. Laminarias, diatomeas, y otros organismos fotosintéticos contienen clorofila c en lugar de b, mientras que las algas rojas sólo poseen clorofila a. Todas las clorofilas sirven como medio principal que las plantas utilizan para interceptar la luz con el fin de impulsar la fotosíntesis.
Los carotenoides: son de color rojo, naranja o amarillo. Funcionan como pigmentos accesorios en las plantas, ayudando a impulsar la fotosíntesis mediante la recopilación de las longitudes de onda de luz no absorbida fácilmente por la clorofila. Los carotenoides más conocidos son el caroteno (un pigmento anaranjado que se encuentra en las zanahorias), luteína (un pigmento amarillo que se encuentra en frutas y verduras), y el licopeno (pigmento rojo responsable del color de los tomates). Se ha demostrado que los carotenoídes actúan como antioxidantes y promueven la visión saluable en los seres humanos.
Las antocianinas: (literalmente "flor azul") son pigmentos flavonoides hidrosolubles que aparecen de color rojo a azul, de acuerdo con el pH. Se encuentran en todos los tejidos de las plantas superiores, proporcionando color en hojas, tallo de la planta, raíces, flores y frutos, aunque no siempre en cantidades suficientes para ser notable. Las antocianinas son más visibles en los pétalos de las flores, en los que pueden llegar a suponer hasta un 30% del peso seco del tejido. Ellos también son los responsables del color púrpura que se vio en la parte inferior de las plantas de sombra tropicales como Tradescantia zebrina; en estas plantas, la antocianina capta la luz que ha pasado a través de la hoja y la refleja de vuelta hacia las regiones que llevan clorofila, con el fin de maximizar el uso de la luz disponible.
Las betalaínas: son pigmentos rojos o amarillos. Al igual que las antocianinas son solubles en agua, pero a diferencia de las antocianinas que son sintetizados a partir de tirosina. Esta clase de pigmentos se encuentra sólo en las Caryophyllales (incluyendo cactus y amaranto), y nunca coexiste en las plantas con antocianinas. Las betalaínas son responsables del color rojo intenso de la remolacha, y se utilizan comercialmente como agentes colorantes de alimentos.
Fundamento teórico para la práctica.
Los cloroplastos deben su color verde a un pigmento denominado clorofila. Sin embargo, lo que en realidad existe en los cloroplastos es una mezcla de pigmentos representados principalmente por dos tipos de clorofila (clorofila a y clorofila b).
Todas estas sustancias presentan un grado diferente de solubilidad, lo cual permite su separación cuando una solución de la misma asciende por capilaridad por una tira de papel poroso (papel de filtro), ya que las más solubles se desplazarán a mayor velocidad, pues acompañarán fácilmente al disolvente a medida que éste va ascendiendo. De esta forma, al cabo de cierto tiempo, a lo largo del papel de filtro se irán situando los distintos pigmentos en forma de bandas coloreadas, tanto más desplazadas cuanto más solubles sean los pigmentos a que pertenecen y tanto más anchas cuanto mayor sea la abundancia de estos en la mezcla.
Separación de pigmentos vegetales por cromatografía.
Materiales:
-Mortero
-Matraz
-Carbonato de calcio
-Vaso de precipitados
-Papel de filtro
-Embudo de vidrio y embudo de papel
-Alcohol
-Batidora
-Hojas de espinaca
Procedimiento:
1º Extracción de pigmentos: Colocar en el mortero trozos de las hojas lavadas (quitando las nervaciones más gruesas) junto con 50 o 60 centímetros cúbicos de alcohol y una cucharada de carbonato de calcio. Trituramos sin golpear hasta que el líquido adquiera una coloración verde intensa. (Foto 1). Tambien se puede hacer con una batidora.
2º Filtrar y recoger el filtrado en un matraz. Se obtiene así una solución en alcohol de pigmentos. (Foto 2)
3º La solución antes obtenida se vierte sobre un vaso de precipitados y se coloca un papel de filtro doblado en ángulo sobre la solución, se deja en reposo el tiempo necesario. (Foto 3-4)
4º Tomar nota y fotografiar el resultado final.
La función principal de los pigmentos en las plantas es la fotosíntesis, que utiliza la clorofila, pigmento verde junto con varios pigmentos rojos y amarillos los que ayudan a captar la mayor cantidad de energía de luz como sea posible. Otras funciones de los pigmentos en las plantas incluyen la atracción de los insectos a las flores que fomentan la polinización. Los pigmentos vegetales incluyen una variedad de diferentes tipos de moléculas, incluyendo porfirinas, carotenoides, antocianinas y betalaínas. Todos los pigmentos biológicos absorben selectivamente ciertas longitudes de onda de la luz mientras que reflejan otras. La luz que es absorbida puede ser utilizada por la planta para alimentar las reacciones químicas, mientras que las longitudes de onda reflejadas de la luz determinan el color del pigmento que aparecerá a la vista.
Algunos de los pigmentos vegetales pricipales son:
La clorofila: es el pigmento principal en las plantas; es una clorina que absorbe longitudes de onda amarillas y azules de la luz mientras que refleja verde. Es la presencia y abundancia relativa de clorofila la que da a las plantas su color verde. Todas las plantas terrestres y las algas verdes poseen dos formas de este pigmento: clorofila a y la clorofila b. Laminarias, diatomeas, y otros organismos fotosintéticos contienen clorofila c en lugar de b, mientras que las algas rojas sólo poseen clorofila a. Todas las clorofilas sirven como medio principal que las plantas utilizan para interceptar la luz con el fin de impulsar la fotosíntesis.
Los carotenoides: son de color rojo, naranja o amarillo. Funcionan como pigmentos accesorios en las plantas, ayudando a impulsar la fotosíntesis mediante la recopilación de las longitudes de onda de luz no absorbida fácilmente por la clorofila. Los carotenoides más conocidos son el caroteno (un pigmento anaranjado que se encuentra en las zanahorias), luteína (un pigmento amarillo que se encuentra en frutas y verduras), y el licopeno (pigmento rojo responsable del color de los tomates). Se ha demostrado que los carotenoídes actúan como antioxidantes y promueven la visión saluable en los seres humanos.
Las antocianinas: (literalmente "flor azul") son pigmentos flavonoides hidrosolubles que aparecen de color rojo a azul, de acuerdo con el pH. Se encuentran en todos los tejidos de las plantas superiores, proporcionando color en hojas, tallo de la planta, raíces, flores y frutos, aunque no siempre en cantidades suficientes para ser notable. Las antocianinas son más visibles en los pétalos de las flores, en los que pueden llegar a suponer hasta un 30% del peso seco del tejido. Ellos también son los responsables del color púrpura que se vio en la parte inferior de las plantas de sombra tropicales como Tradescantia zebrina; en estas plantas, la antocianina capta la luz que ha pasado a través de la hoja y la refleja de vuelta hacia las regiones que llevan clorofila, con el fin de maximizar el uso de la luz disponible.
Las betalaínas: son pigmentos rojos o amarillos. Al igual que las antocianinas son solubles en agua, pero a diferencia de las antocianinas que son sintetizados a partir de tirosina. Esta clase de pigmentos se encuentra sólo en las Caryophyllales (incluyendo cactus y amaranto), y nunca coexiste en las plantas con antocianinas. Las betalaínas son responsables del color rojo intenso de la remolacha, y se utilizan comercialmente como agentes colorantes de alimentos.
Fundamento teórico para la práctica.
Los cloroplastos deben su color verde a un pigmento denominado clorofila. Sin embargo, lo que en realidad existe en los cloroplastos es una mezcla de pigmentos representados principalmente por dos tipos de clorofila (clorofila a y clorofila b).
Todas estas sustancias presentan un grado diferente de solubilidad, lo cual permite su separación cuando una solución de la misma asciende por capilaridad por una tira de papel poroso (papel de filtro), ya que las más solubles se desplazarán a mayor velocidad, pues acompañarán fácilmente al disolvente a medida que éste va ascendiendo. De esta forma, al cabo de cierto tiempo, a lo largo del papel de filtro se irán situando los distintos pigmentos en forma de bandas coloreadas, tanto más desplazadas cuanto más solubles sean los pigmentos a que pertenecen y tanto más anchas cuanto mayor sea la abundancia de estos en la mezcla.
Separación de pigmentos vegetales por cromatografía.
Materiales:
-Mortero
-Matraz
-Carbonato de calcio
-Vaso de precipitados
-Papel de filtro
-Embudo de vidrio y embudo de papel
-Alcohol
-Batidora
-Hojas de espinaca
Procedimiento:
1º Extracción de pigmentos: Colocar en el mortero trozos de las hojas lavadas (quitando las nervaciones más gruesas) junto con 50 o 60 centímetros cúbicos de alcohol y una cucharada de carbonato de calcio. Trituramos sin golpear hasta que el líquido adquiera una coloración verde intensa. (Foto 1). Tambien se puede hacer con una batidora.
2º Filtrar y recoger el filtrado en un matraz. Se obtiene así una solución en alcohol de pigmentos. (Foto 2)
3º La solución antes obtenida se vierte sobre un vaso de precipitados y se coloca un papel de filtro doblado en ángulo sobre la solución, se deja en reposo el tiempo necesario. (Foto 3-4)
4º Tomar nota y fotografiar el resultado final.
Foto 1
Foto 2
Fotos 3 y 4
Resultado final
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